El presente de Nelson Madaff: internado con pulmonía y anemia. Consecuencias de una vieja política d
- Crónicas Policiales
- 20 abr 2017
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El hombre que fue torturado, vejado y encarcelado por un crimen que nunca existió está en el Hospital San Luis. Su abogada le retuvo el título del auto y la escritura de una casa.

Nelson Madaff, protagonista de uno de los casos más emblemáticos de violencia institucional de la provincia, está internado en la clínica de hombres del Hospital San Luis con un cuadro de pulmonía, bajo peso y anemia. A eso se le suma un estado de ánimo deprimido, explicó uno de los amigos que lo acompañan durante la internación.
“El objetivo es que se recupere un poco, está muy bajo de peso”, reveló una fuente cercana.
Madaff fue imputado y encarcelado por el homicidio de Claudia Díaz en 1992. Un asesinato que no existió, ya que la chica apareció sana y salva en San Juan en 1998. Madaff estuvo preso hasta 1994: fue liberado con un penoso pasado de torturas a manos de la división Investigaciones y de haberse contagiado con HIV en prisión.
Recién en 2009 el Estado provincial se hizo cargo de los vejámenes y la falsa imputación contra Madaff y lo indemnizó con 325 mil pesos.
“El papá murió hace unos días y eso lo tiró abajo, le agarró una depresión. Lo quería ver al padre y no pudo. Además la abogada le retuvo el título de la casa y del auto y ahora la abogada ni siquiera lo atiende”, confió una de las personas que lo acompaña en la internación.
El caso Madaff fue un caso judicial sobre una falsa acusación de homicidio contra un ciudadano puntano y trabajador de la construcción, Nelson Rafael Madaff, supuestamente perpetrado sobre Claudia Rene Díaz, en la ciudad de San Luis, capital de la provincia homónima en la República Argentina, en 1989. El caso desveló torturas, para Madaf, algunos de sus hermanos y su padre, malos tratos e incluyó la agresión física por parte del ex juez Néstor Alfredo Ochoa. Por el caso, Madaff estuvo preso durante casi tres años.
Todo comenzó la noche del 16 de octubre de 1989. Ese día, Madaff, de diecisiete años, acompañó hasta la cercanía de su casa a Claudia Rene Díaz (que contaba con 15 años de edad), la que le habían presentado poco tiempo atrás. Al día siguiente, Claudia visita a Nelson en su trabajo, luego se retira para no regresar en los próximos nueve años.
En 1992, el caso había alcanzado un alto nivel mediático, sobre todo por las marchas del silencio impulsadas por la hermana Martha Pelloni y en gran medida por la acción de Nelly Fernández, madre de la desaparecida, conocida como «la mamá detective», que al ver el avance nulo de la investigación, se inscribió en cursos de técnicas de investigación policial, derecho penal y toxico-manía. La misma salía disfrazada y con una grabadora oculta, para recabar información sobre su desaparecida hija. Las presiones mediáticas, impulsaron a la justicia, que no contaba con datos, a buscar un cabeza de turco. El 31 de enero de 1993 se detuvo a Madaff, acusado de obligarla al aborto que le causara la muerte. Estuvo en prisión hasta fines de 1994.
El listado de vejámenes incluye:
Quemaduras con cigarrillos.
Enterrarlo hasta el cuello toda la noche, para sacarlo jalándolo del cabello.
Colgarlo de un árbol por los brazos.
Arrojarle lejía en los ojos.
Quitarle dientes con vidrios de botellas.
Simulacros de fusilamiento.
Permitir que se lo sodomizara.
Quebrarle un dedo de la mano.
Azotes con la hebilla de un cinturón.
Arrojarlo al río Quinto con peso en los pies
Clavarle agujas en las tetillas.
Colocarle una bolsa de nailon en la cabeza (submarino).
Arrancarle una uña de la mano.
Bajo esta presión, Madaff confesó el crimen incluyendo, a pedido de los torturadores, a Marina Garay y su hija Laura Godoy, quienes habrían realizado el aborto causante de la muerte, que también estuvieron detenidas por la causa. Laura había sido cuñada de Madaff y era compañera de Claudia en la escuela nocturna. También fueron golpeados algunos hermanos y el propio padre del acusado de setenta y un años. Tanto Nelson Madaff como Laura Godoy, sostenían que Díaz se había fugado por los abusos reiterados de su padre. Incluso, en un exabrupto, el ex juez Ochoa, le propinó un puñetazo al reo. Pasados los años, el mismo Ochoa tuvo que liberarlo por falta de pruebas.
Desenlace
El caso finalizó cuando en febrero de 1998, Nelly Fernández encontró con vida a Claudia Díaz, la supuesta víctima. La misma había abandonado San Luis por propia voluntad, con motivo de los castigos de su padre, radicándose en la localidad de Caucete, en la provincia de San Juan, casada con un hombre golpeador, veinte años mayor que ella y con cinco hijos. Díaz no se había enterado del caso Madaff.
Consecuencias
El 30 de julio de 1998 Madaff fue sobreseído. Desde su liberación vivió en la indigencia, segregado socialmente y padeciendo de SIDA adquirido durante la detención. En octubre de 2011, el estado puntano pagó una indemnización de más de $ 300 000,00.5 Esta indemnización solo consideró dos años de lucro cesante de un trabajador de la construcción y no tuvo en cuenta las secuelas físicas, psicológicas, sociales ni emocionales de Madaf. En ningún momento se investigó a los victimarios de Madaf, que gozan hoy día de total impunidad.
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