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Dos detenidos por una estafa millonaria al Banco Supervielle

  • Cronicas-Policiales
  • 8 may 2017
  • 3 Min. de lectura

La pareja que habría llegado a San Luis hace dos meses. Lograron que les acreditaran la suma de un cheque que fue rechazado. Y quisieron repetir el embauco.


Fluence. Habría sido adquirido hace poco. La Policía lo secuestró. Foto: Comisaría 1ª.

Logró que el banco le pagara por adelantado un millón y medio de pesos por un cheque que fue rechazado. Shockeado, el ejecutivo de cuenta lo llamó para pedirle que cubriera el monto que le habían depositado pero él redobló la apuesta; dijo que iba a pagar el faltante si le autorizaban una nueva transacción por un cheque de más de siete millones de pesos, que resultó falsificado. El hombre y su esposa quedaron detenidos por los delitos de estafa y falsificación de documento privado. El sábado se negaron a declarar y su abogado pidió una prórroga de ocho días para sumar pruebas.


Leonardo Martín Marchiano y su mujer, Patricia Alejandra Peralta, se habrían establecido en San Luis hace dos meses. De él saben que estuvo antes en la provincia porque, según registros del Banco Supervielle, abrió una cuenta corriente en la sucursal central de la capital en octubre de 2016, presentándose como presidente de la empresa Fena Construcciones SA.


Al ardid para cobrar el primer cheque lo comenzó el 14 de marzo pasado, cuando se comunicó con su ejecutivo de cuenta para que le descontaran un cheque de pago diferido del Banco HSBC por 1.547.301,27 pesos, a nombre de la empresa Hidrocarburos Arg. SA. El empleado le solicitó la boleta por la transacción que pretendía cobrar y corroborados otros datos, autorizó que el banco depositara 1.497.175,82 pesos en una cuenta a nombre de Fena.


El dinero se acreditó el 27 de marzo, pero casi un mes después, el 20 de abril, cuando el banco quiso cobrar el dinero, la Cámara Compensadora lo rechazó porque el pagaré estaba denunciado.


Cuando lo llamaron del banco para que cancelara la deuda o levantara el cheque rechazado, Marchiano explicó que todo se debió a un error administrativo de la empresa Hidrocarburos y que le iban a realizar la transferencia del mismo importe del cheque rechazado, para subsanar el error. Pero en lugar de eso, el responsable de Fena se presentó en la sucursal del Supervielle con una oferta: cancelar la deuda anterior haciendo una nueva operación con un cheque por 7.597.328,63 de pesos, emitido por la empresa Alquimac Sacif. El empleado sacó una fotocopia del documento para hacer las averiguaciones y Marchiano se marchó con el original.


El martes de la semana pasada, cuando el presidente de Fena envió al banco una factura electrónica para justificar la transacción, el ejecutivo de cuenta notó irregularidades en la numeración del cheque y consultó con un compañero que tiene a Alquimac de cliente.


El contador Santiago Sánchez, gerente financiero de la empresa Alquimaq SA, les confirmaría lo que sospechaban: el número de chequera no era de ellos, nunca libraron un cheque por ese monto y menos a una empresa de nombre Fena, con la que no tienen relaciones comerciales. Además, dos números de la cuenta estaban cambiados, la firma que figuraba no era de él y el domicilio que figuraba no correspondía con el de la empresa.


El jueves Marchiano y Peralta, que se presentó como socia de Fena, se presentaron en la sucursal y fueron invitados a subir a una oficina del segundo piso para dar explicaciones. Eduardo Ramón Ramosca, gerente del Supervielle, los interrogó sobre las inconsistencias en los datos de los documentos. Según trascendió de una fuente de la investigación, Marchiano respondió que al cheque se lo había dado el abogado de Alquimac como pago por el tendido de fibra óptica en la obra del Parque La Pedrera.


Hasta ahora ésa fue la única excusa que dio, porque cuando los llevaron a la Comisaría 1ª la pareja ya no quiso hablar. Ese día, Ramosca y el tesorero de Alquimac asentaron dos denuncias por las irregularidades y el matrimonio quedó demorado por averiguación de antecedentes, hasta las 21, cuando el juez Sebastián Cadelago Filippi ordenó que quedara detenido por estafa.


“Preventivamente dejamos secuestrado el Renault Fluence con el que la pareja llegó a la comisaría y que habría sido adquirido hace muy poco. Al día siguiente (el viernes 5) allanamos el departamento que alquilan”, en calle Martín Güemes 79, donde secuestraron una computadora, una chequera del banco Macro, un celular y un sello de la empresa Fena, informó el subjefe de la Comisaría 1ª, subcomisario Rubén Ochoa.


Marchiano, de 46 años, y Peralta, de 50, fueron conducidos a indagatoria el sábado a las 8 de la mañana, pero se negaron a declarar y su abogado Delfín Chávez, pidió ocho días de prórroga de la detención.


Nota: El Diario de la República


 
 
 

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